domingo, 20 de noviembre de 2011

Precedentes del debate sobre participación educativa.

La Educación siempre ha estado, está, y seguirá estando en boca de todos generando continuamente debates.

Sin duda se trata de una herramienta formativa indispensable para los hijos pero también de una herramienta ideológica de primer nivel, de ahí que dichas discusiones adquieran tintes políticos.

Feito señala o recuerda en su obra dos antecedentes de debate educativo en el que existían posturas (que él llama plataformas) encontradas sobre todo en los puntos referidos a la participación escolar.

La libertad de la enseñanza: Esta ha sido la plataforma tradicional de los defensores de la enseñanza privada. Dicha libertad se sustenta en el derecho natural de los padres a elegir el tipo de educación (valores, concepciones filosóficas, cosmovisión, etc.) que desean para sus hijos, derecho natural que es anterior a la existencia del Estado y de la Iglesia y cuyo correlato lógico es la existencia de centros dotados de ideario que permitan materializar tal opción.

El hecho es, que la libertad de enseñanza así definida, otorga a los centros tantas competencias, que a los padres solo les queda matricular a sus hijos y recibir información.

Nueva escuela pública: Esta es la plataforma que da lugar a la propuesta de la izquierda. Se trata de un conjunto de textos con un denominador común, la necesidad de democratizar la gestión de los centros y para ello destacan la constitución de un órgano colegiado en que estén representados fundamentalmente profesores, padres y alumnos y, en algunos textos, el personal no docente.

Este órgano no colegiado recibe distintos nombres: Consejo de Escuela, Consejo de Dirección, Consejo Escolar, etc.

Y junto a este órgano máximo, se constituyen o pueden constituir otros de menor rango donde también están presentes profesores padres y alumnos. Estos órganos pueden ser junta económica, comisiones de curso, etc.

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